Pobre Inocencia Lastimada – Matrimonio Infantil

Vivo en un país donde es más urgente prohibir el uso de la Hookah que legislar para proteger los derechos de las niñas, niños y adolescentes.

Un país donde los mismos que están llamados a proteger a las niñas se aprovechan de la necesidad para manipular y comprar con dinero la inocencia.

Un país que no condena los abusos, más bien lo esconde en sus perversas intenciones.

Donde los padres y madres son cómplices en su ignorancia porque entienden, en su escasez, que con dinero se compra la felicidad.

Sin saber (o sabiendo) las secuelas del matrimonio infantil. Sin importarles las consecuencias físicas, psicológicas y emocionales de esa niña.

Tenemos las cifras más elevadas de Latinoamérica, casi duplicando la media de la región en menores de 18 años casadas con hombres mayores.

Con desfachatez nuestros políticos y legisladores hacen compromisos internacionales a sabiendas de que muchos de ellos son parte protagonistas de estas violaciones.

Mirarán de reojo el grito desesperado de la inocencia violentada en manos de perversos, porque al final muchos de ellos lo son y como dice aquel refrán: “entre bomberos…”.

Pobre inocencia lastimada. Forzada a madurar y obligada a “ser grande” sin saber el camino.

¿Quién las defenderá?